¿Qué es flejar y cómo hacerlo correctamente?
En el mercado actual puedes encontrar una variedad tan amplia de tipos de embalaje que es fácil perderse. Cada uno tiene sus propias características que se deberán adaptar a las de tu empresa, los productos con los que trabaje e incluso el resto de maquinaria que componga el proceso productivo. Por tanto, hay varios detalles que debes saber, empezando por entender realmente qué es flejar y pasando por cómo puedes hacerlo de forma correcta o cuál es el tipo de máquina que más te conviene.
Desde OMS España hemos decidido hacer este artículo para reflejar de alguna forma la experiencia forjada durante casi siete décadas que llevamos dedicándonos a las máquinas de embalaje; más específicamente, a las flejadoras. Y no solo eso, sino que también hemos vivido en primera persona las dudas más frecuentes que tienen nuestros clientes acerca de estos sistemas.
Por último, antes de entrar en materia, nos gustaría recalcar que estamos a tu disposición para las dudas que te surjan a la hora de flejar, sus máquinas o la mejor forma de integrarlo en tu empresa. Solo tienes que ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos en todo lo posible.
¿Qué es flejar?
Sin lugar a duda, debemos empezar por aclarar qué es flejar antes de definir y analizar el resto de los conceptos.
Como su nombre indica, flejar es un proceso que consiste en colocar un fleje alrededor de uno o varios bultos. Este fleje es una cinta, generalmente fabricada en base a materiales poliméricos, que ante los ojos de personas particulares inexpertas puede parecer un elemento sencillo, pero debe cumplir con especificaciones técnicas y contar con cualidades mecánicas muy especiales, como la resistencia a tracción, a otros agentes externos o la capacidad de soldarse entre sí.
Por otra parte, también se pueden distinguir entre distintas formas de flejar. Es decir, se puede flejar de forma manual con herramientas de mano —con las que un operario deberá hacer las tareas de colocar el fleje alrededor de la carga, introducir los extremos en las cavidades de la máquina y activar el proceso— , con máquinas semiautomáticas —que solo necesitan que se coloquen los bultos a flejar en la zona habilitada para ello— y con las automáticas —que tienen todos los sistemas necesarios para que no se necesite intervención alguna de los operarios—. En cualquier caso, las tres vías son consideradas como flejar, puesto que la finalidad es similar, aunque varíe el nivel de automatización.
Además, en OMS tienes máquinas y herramientas para utilizar cualquiera de las tres.
¿Para qué sirve el proceso de flejar?
Una vez que ya hemos definido qué es flejar, incluso teniendo en cuenta las distintas variantes que hay, podemos entrar a hablar sobre los beneficios que reportará a tu empresa colocar estas cintas alrededor de las cargas.
El primero de ellos, y por el que más clientes deciden incluir el flejado al final de sus proceso productivos, es la eficiencia que se consigue al poder transportar las cargas de forma agrupada. De hecho, es útil tanto para transportes de larga distancia, como para llevar las cargas desde la cadena de producción hasta el propio almacén.
Y hablando de transportes, en OMS contamos con flejadoras automáticas preparadas para flejar las cargas directamente junto a los palés que utilizarás para esos movimientos de cargas. Por tanto, estarás multiplicando la eficiencia en un único paso.
Por otro lado, algo que quizá no se suele tener tan en cuenta, es que ayuda a proteger esos productos que ya están listos para ser enviados, sobre todo en grandes almacenes donde un desprendimiento o una caída puede ser crítica. Al tener los bultos agrupados, ese riesgo se reduce enormemente. Además, no solo estarás protegiendo los productos propensos a caerse, como es lógico, sino también a los operarios que trabajan ahí.
La importancia de flejar en el proceso productivo
Sabiendo esos beneficios que reporta un sistema de flejar en la empresa, vamos a hacer especial hincapié en cómo afecta esto al proceso productivo. Porque es así, los efectos que provocará flejar irán mucho más allá del almacén.
Los llamados “cuellos de botella” son los puntos débiles de cualquier proceso global que ralentizan al resto. Es un término que se utiliza en varios aspectos, pero en el caso que aquí nos ocupa hará referencia a que, si tu proceso productivo es capaz de fabricar un flujo muy elevado de productos de forma automática, pero luego el proceso de almacenamiento no puede seguir ese ritmo, todo se estará ralentizando por un único punto débil. Así que, al solucionar ese problema —por ejemplo, con un proceso de flejar eficientemente— conseguirás agilizar toda la producción.
En cuanto a la seguridad laboral, por una parte, tu almacén tendrá menos riesgo de que haya caídas de material sobre los operarios del almacén. Y por otra, las tareas rutinarias de transporte que lleva al popular burnout también se reducen. De esta forma, estarás fomentando la seguridad activa en la empresa.
¿Cómo flejar correctamente?
Aquí llega lo que para muchos es el quid de la cuestión. “Vale, flejar me va a reportar enormes beneficios y voy a notar una diferencia increíble en mi empresa, pero ¿cómo puedo debe hacerse para notar esos cambios?”.
Como ya te podrás imaginar, esto va a depender de varios factores y cada empresa es un mundo. Por tanto, no debes buscar una respuesta global que solucione los problemas de todas las empresas, sino que debes hacer el análisis aplicado a la tuya y así descubrir la mejor alternativa.
Siempre puedes contactarnos y te ayudaremos. Estudiaremos tu caso y nuestro equipo de profesionales en embalaje te recomendará el sistema que mejor se adapte a tu situación.
Estudio previo
En primer lugar, debes partir de las características actuales de tu empresa y sus productos: recursos económicos, espacio disponible, tipos de productos, cantidad y cualificación de empleados, flujo de producción y sistemas generales implementados en el resto del proceso productivo. A rasgos generales, esto te servirá para entender qué necesitas y que sistema te dará mayor rentabilidad (simplificando el asunto).
Y en segundo, deberás hacer unas previsiones de futuro de todo eso. ¿Seguirás trabajando con los mismos productos? ¿Surgirán nuevas oportunidades de negocio? ¿La empresa está experimentando algún crecimiento o decrecimiento que hará que se tengan que cambiar los sistemas?
Por ejemplo, no tendría sentido comprar una flejadora semiautomática porque el flujo actual de cargas a embalar es baja si el área de estrategia de la empresa está previendo un crecimiento exponencial durante los siguientes meses.
Niveles de automatización
Una vez que se tenga este estudio preparado, se deberá tomar la decisión de qué nivel de automatización necesitará el sistema y cómo se podría incorporar al final del proceso productivo. Así, finalmente podrás navegar por nuestra página de flejadoras para elegir la que tenga las características que mejor se adapten.
Ten en cuenta que aquí hemos simplificado mucho la cuestión, puesto que es un proceso que podría llevar semanas. Lo más importante es que tengas claro que para flejar correctamente, necesitarás las máquinas adecuadas.
Flejado manual de forma correcta
Si tu empresa es de pequeño tamaño y los operarios van a realizar las tareas de flejado manual, asegúrate de que reciben la formación necesaria y que siempre se cumplen las medidas de seguridad pertinentes. Todo lo relacionado con esto vendrá especificado en los manuales técnicos de la maquinaria.
Encuentra tu máquina de flejado ideal en OMS
¡Último paso! Ahora que ya sabes qué es flejar y cómo hacerlo correctamente, toca elegir el nuevo equipamiento para la empresa.
Ya sabes que puedes contar con nosotros para cualquier duda que tengas, ya sea sobre un producto concreto o sobre los procesos en general. Pero además también te recomendamos que eches un vistazo a nuestra sección de flejadoras, porque ahí encontrarás automáticas, semiautomáticas y manuales de la más alta calidad.
Gracias a tantos años de experiencia, hemos podido especializarnos en varios sectores y centrarnos en lo que realmente importa, como una larga vida útil, la escasez de errores o los bajos costes variables. Porque si flejar te reportará una reducción de tiempo y costes, no tendría sentido hacerte perder tiempo arreglando averías.
En cualquier caso, también contamos con un servicio técnico que te ayudará siempre que lo necesites.
Algunos de nuestros sectores de especialización son la cerámico, hortofrúcticula, madera, alimentación, automoción, o logística, entre otros. Asimismo, hay materiales que requieren un trato especial, como el papel, el cartón o el vidrio, para los que también tenemos máquinas especialmente desarrolladas para trabajar con ellos.