¿Por qué usar enfardadoras de bajo mantenimiento para alimentación?
El sector de la alimentación es uno de los más sensibles por temas de sanidad, si no el que más. Esto significa que si estás acostumbrado a trabajar en una empresa que se dedica a este sector, estarás también habituado a encontrarte medidas de seguridad mucho más estrictas de las te podrías encontrar en otros menos influyentes en la salud de las personas.
Como en OMS España nos dedicamos al desarrollo y comercialización de maquinaria para embalajes, en este post nos vamos a centrar en analizar la influencia de las enfardadoras de bajo mantenimiento en la alimentación.
Por tanto, la idea es que tengas en cuenta los siguientes factores que te vamos a exponer, especialmente de cara a una futura adquisición de máquinas enfardadoras de bajo mantenimiento en tu empresa de alimentación.
La importancia del enfardado, especialmente en alimentación
Como quizá sepas ya, el enfardado consiste en envolver un producto con un film estirable, lo que permite protegerlo de agentes externos y daños físicos.
Así que, estamos hablando de un proceso de embalaje primario. Es decir, un embalaje principal que entra en contacto con los productos y cuya buena conservación depende directamente de él.
Lo más importante del enfardado para alimentación son esos dos factores:
- Entra en contacto directo con los alimentos, por lo que la máquina enfardadora y el film estirable aplicado deben ser inocuos con ellos
- Gran parte de la responsabilidad del estado adecuado de dichos alimentos recae sobre el enfardado
En definitiva, aunque en ocasiones pueda parecer que el enfardado es una tarea trivial, nunca debe considerarse así. Y aún menos cuando hablamos de alimentos.
Recuerda siempre asegurarte de que las enfardadoras y los films estirables que utilices sean adecuados. De esta manera, conseguirás almacenar los alimentos en buena forma, protegidos frente a humedad, polvo y daños externos propios de los almacenes, como roturas, cortes, pinchazos, etc.
Las tareas de mantenimiento
Una vez que ya tenemos clara la importancia de los enfardados en alimentación, toca hablar de esas tareas de mantenimiento que necesitan las enfardadoras.
Entendemos que seguramente ya hayas visto cómo son y cómo funcionan estas máquinas. Así que, habrás visto la complejidad de sus mecanismos y de su electrónica, aunque esto último afecta en mucha menor medida y es más importante en las automáticas o semiautomáticas.
En cualquier caso, debes tener en cuenta que los mantenimientos puede que sean simples inspecciones visuales o que impliquen un trabajo manual manipulando piezas mecánicas, aceites, etc. Esas son las situaciones más críticas para mantener las condiciones óptimas de la máquina para poder trabajar con alimentos.
Algo fundamental es llevar el equipamiento adecuado cuando se vayan a hacer esas tareas; entre ellos, por supuesto, los guantes.
Sin embargo, aunque se utilicen guantes y herramientas desinfectadas, se haga cada paso del mantenimiento de forma ordenada y se haya preparado a los operarios de la mejor forma posible, nunca podremos estar 100% seguros de que no se contaminarán los alimentos de ninguna manera.
Para ello, te recomendamos que se haga una limpieza y desinfección delicada en las partes externas de la máquina y, sobre todo, de las que puedan entrar en contacto con los alimentos.
Asimismo, si podemos reducir el número de mantenimientos con este tipo de enfardadoras, estaremos consiguiendo un menor riesgo y un ahorro de tiempo en las desinfecciones tras el mantenimiento.
No olvidemos otros factores
De nada serviría tener las enfardadoras de bajo mantenimiento más seguras para los alimentos si no contamos con otros factores y elementos que afectan a la sanidad de los alimentos.
Esos factores pueden ser los que mencionáramos antes, referidos a la buena formación de los operarios y su adecuada equipación. Y también hay otros como las herramientas que se utilizan, las cintas que transportan los productos, la propia pureza del aire o la naturaleza de las máquinas que los embalan.
En este sentido, será mejor enfardadoras automáticas que semiautomáticas o manuales para evitar posibles contaminaciones por culpa de contacto humano. Además, gracias al desarrollo tecnológico hay más especialización en las automáticas y están cada vez más preparadas para trabajar con productos delicados como estos.
Como siempre, cada caso es único y deberás considerar todos los factores en tu empresa para valorar hasta qué punto te conviene adquirir una enfardadora de bajo mantenimiento. Recuerda que puedes contar con nosotros si necesitas un asesoramiento personalizado.